La movilidad eléctrica sigue evolucionando rápidamente, impulsada por avances tecnológicos, cambios en la regulación y una creciente demanda de soluciones sostenibles. A medida que se acerca el final de 2024, algunas tendencias clave siguen transformando el sector, y las empresas que comprendan su impacto serán las que mejor preparadas están para adaptarse y mantenerse competitivas.
Despliegue masivo de infraestructuras de carga
El despliegue de infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos (VE) se acelera, impulsado por el Reglamento de Infraestructuras para Combustibles Alternativos (AFIR) de la Unión Europea. Afecta, especialmente, a estaciones de carga rápida y ultrarrápida en áreas urbanas y corredores de transporte. Este crecimiento presentará nuevas oportunidades para negocios que busquen unirse a la transformación sostenible y ampliar sus flotas eléctricas.
Invertir en la adaptación de flotas y en infraestructuras de recarga puede ofrecer ventajas competitivas. Los negocios también pueden atraer a un nuevo segmento de consumidores instalando estaciones de carga en sus instalaciones, agregando valor a sus activos.
Avances en baterías y autonomía
La tecnología de baterías será un factor crucial en los próximos años. Se espera la llegada comercial de baterías de estado sólido y de iones de litio con mayor densidad energética, lo que aumentará la autonomía de los VE y reducirá los tiempos de carga. Estas mejoras también disminuirán el coste total de propiedad, eliminando barreras clave que actualmente ralentizan la adopción masiva.
Para las empresas, esto implicará rutas logísticas más eficientes y una reducción de los costes operativos, gracias a la mayor durabilidad y rendimiento de las nuevas baterías. Adoptar estas innovaciones permitirá a las compañías reducir sus emisiones de CO2 y cumplir con normativas medioambientales cada vez más estrictas.
Ecosistemas energéticos y auge de la energía renovable
La relación entre la movilidad eléctrica y las energías renovables será una tendencia crítica a partir de finales de 2024. Siguiendo la evolución actual, se espera que se incremente aún más la demanda de fuentes de energía limpia y sostenible.
El despliegue de parques solares y eólicos, junto con sistemas de almacenamiento de energía en baterías, permitirá que los vehículos eléctricos se recarguen con electricidad de fuentes renovables, reduciendo aún más su huella de carbono.
Impulso por parte de las políticas gubernamentales
Las políticas gubernamentales seguirán siendo un catalizador para la movilidad eléctrica. Se prevé que más países implementen políticas cada vez más agresivas para desincentivar el uso de vehículos de combustión interna, a través de restricciones a la circulación, impuestos más altos y la promoción de incentivos fiscales para la adquisición de VE.
Para las empresas, estar al tanto de estas regulaciones será esencial para evitar sanciones y maximizar los beneficios fiscales disponibles. Los negocios que adopten una estrategia proactiva en la electrificación de sus flotas estarán mejor posicionados para cumplir con las normativas ambientales.
Así, durante el transcurso de lo que queda de este 2024, al igual que en los años venideros, la movilidad eléctrica continuará su camino hacia la adopción masiva, impulsada por avances tecnológicos, políticas favorables y un cambio hacia un modelo de transporte más sostenible. Las empresas que se adapten a estas tendencias estarán mejor preparadas para aprovechar nuevas oportunidades, optimizar sus operaciones y cumplir con los crecientes estándares de sostenibilidad.
